Suelo nocturno
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n Ciudad de México, azotada por el coronavirus, los agricultores locales recurren a una antigua técnica de cultivo azteca para satisfacer la demanda, ya que las cadenas de suministro ordinarias se tambalean. Las chinampas -las pintorescas parcelas acuáticas también conocidas como “huertos flotantes”- eran un pilar de la región cuando era la capital azteca, Tenochtitlan, descrita por los colonos españoles como la “Venecia del Nuevo Mundo”. Ahora, estos métodos ancestrales están disfrutando de una nueva vida a medida que la pandemia complica la vida diaria de los 22 millones de habitantes de la ciudad.
Los chinamperos de Xochimilco. En esta región anegada del extremo sur de la ciudad, los agricultores se aferran a métodos de cultivo indígenas que se remontan al siglo XIV. Antes de la pandemia, los huertos flotantes atraían sobre todo a los turistas, que esperaban sentir el olor del pasado precolombino de la región en sus bonitas barcazas pintadas. Sin embargo, gracias a la crisis, las chinampas vuelven a ser demandadas para su propósito original: proporcionar el sustento vital a la población urbana. Los chinamperos han adoptado un modelo de agricultura comunitaria de venta directa al consumidor, y han visto cómo la demanda se dispara entre un 100 y un 120% entre febrero y mayo.La palabra chinampa procede del término náhuatl chinámitl, que significa seto o valla de cañas. A pesar de su llamativo nombre, los jardines flotantes no flotan realmente. Se crean raspando el barro y la vegetación ricos en nitrógeno del fondo de un canal o pantano y apilándolos dentro de un borde de cañas para crear una nueva parcela, normalmente rectangular, de tierra cultivable. Las esquinas se marcan con ahuejotes, un sauce local de rápido crecimiento que protege la chinampa del viento y sirve de enrejado para las plantas de vid.
¿Dónde está la tierra más fértil de México?
La mayor variedad de suelos se encuentra en el Centro y el Golfo de México, zonas con mayor densidad de población. Se calcula que no se puede hacer cultivable más de una quinta parte del territorio.
¿Tenían los aztecas tierras fértiles?
Gran parte de la vida de los aztecas se basaba en la agricultura, que era muy necesaria para mantener a la creciente población. Como la tierra que cultivaban los aztecas no era lo suficientemente fértil como para cultivar suficientes alimentos para mantener a la población, los aztecas se vieron obligados a inventar métodos para aumentar la productividad.
¿Tiene México suelo fértil?
Debido a la baja fertilidad de más de la mitad de los suelos de México y a la creciente demanda de alimentos, el uso de fertilizantes es elevado y, en algunas regiones, los agricultores están aplicando bastante más fertilizante nitrogenado del que necesitan para maximizar sus rendimientos (Millar et al., 2018).
Chinampas
La Ciudad de México y el resto del país no escapan a las desigualdades sociales y económicas del actual modelo económico aplicado a nivel mundial. La agricultura es una actividad tradicional en México. Este proceso productivo urbano tiene características particulares: el predominio del minifundio, el uso restringido del espacio físico y la utilización de materiales reciclados y desechos orgánicos. La población que se dedica a la agricultura es heterogénea, e incluye a mujeres y niños. Hay un par de sistemas de producción: el suburbano, que utiliza la “chinampa” para producir principalmente hortalizas y flores; y el sistema periurbano, que tiene dos subsistemas, las “terrazas” que producen nopal-hortaliza y maíz y los “Valles” que producen tuna (fruta) y amaranto. En estos lugares se utilizan los desechos de otros sistemas (paja y estiércol). Los sistemas de producción combinan herramientas prehispánicas y modernas, como el tractor y la coa. Los productos de estos lugares se venden en zonas turísticas de importancia ecológica. Estas tecnologías son reproducibles, socialmente inclusivas y respetuosas con el medio ambiente, pero es necesario el apoyo del gobierno.
Chinampas azteken
Cientos de turistas se agolpan cada fin de semana en los canales de Xochimilco para disfrutar de un flamante despliegue de sombreros, comida, música y arte. Sin embargo, mientras navegan junto a las chinampas, o “jardines flotantes”, la mayoría permanece ajena al hecho de que está viendo una antigua maravilla de la ingeniería. Estas islas-granjas artificiales son los últimos vestigios de un enorme proyecto de recuperación de tierras del Imperio Azteca en el siglo XIV que sigue alimentando a los habitantes de Ciudad de México.
Cuando los aztecas llegaron al Valle de México en 1325, la leyenda cuenta que fueron recibidos por una visión inusual en el lago de Texcoco. Un águila con una serpiente en el pico estaba sentada sobre un nopal en las orillas pantanosas del lago, exactamente como sus dioses habían profetizado sobre el lugar que los aztecas llamarían hogar. La tribu errante decidió establecerse y construir aquí su capital. La llamaron Tenochtitlan.
Los fines de semana, los canales de Xochimilco se llenan de coloridas trajineras que transportan a multitudes de turistas (Crédito: Gianfranco Vivi/Getty Images)Tenochtitlan pronto se convirtió en una de las ciudades más poderosas de Mesoamérica, pero no sin toparse con un montón de problemas de construcción. Cuando los aztecas empezaron a construir en las orillas del lago Texcoco, se dieron cuenta de que no había suficiente terreno para expandirse. Había agua por todas partes. El paisaje lacustre del Valle de México estaba cubierto por cinco grandes lagos: Texcoco, Xaltocan, Zumpango, Chalco y Xochimilco, y pequeñas islas pantanosas.
La isla de las muñecas
La agricultura en México ha sido un sector importante de la economía del país, tanto histórica como políticamente, a pesar de que en la actualidad representa un porcentaje muy pequeño del PIB mexicano. México es una de las cunas de la agricultura, ya que los mesoamericanos desarrollaron plantas domesticadas como el maíz, el frijol, el tomate, la calabaza, el algodón, la vainilla, el aguacate, el cacao y varios tipos de especias, entre otros. Los pavos domésticos y los patos de Moscovia eran las únicas aves domesticadas en el periodo prehispánico y se criaban perros pequeños para alimentarse. No había animales domésticos de gran tamaño.
Durante el período colonial temprano, los españoles introdujeron más plantas y el concepto de cría de animales, principalmente ganado vacuno, caballos, burros, mulas, cabras y ovejas, y animales de corral como gallinas y cerdos[cita requerida] La agricultura desde el período colonial hasta la Revolución Mexicana se centró en grandes propiedades privadas. Después de la Revolución, éstas se desmantelaron y la tierra se redistribuyó. Desde finales del siglo XX, el TLCAN y las políticas económicas han vuelto a favorecer las grandes explotaciones agrícolas comerciales.